Acusan a sectores fascistas de incitar odio y violencia racial
SANTO DOMINGO. Seis organizaciones de izquierda revolucionaria en República Dominicana han denunciado el resurgimiento de una política de odio y xenofobia contra trabajadores haitianos en situación migratoria irregular, impulsada por sectores que califican de neofascistas y ultraderechistas.
En un comunicado conjunto, el Referente de la Izquierda Dominicana (RID), el Movimiento Popular Dominicano (MPD), el Partido Comunista del Trabajo (PCT), el Movimiento Caamañista (MC), Fuerza de la Revolución (FR) y el Partido Patria para Todos y Todas (PPT), señalaron al grupo neonazi Antigua Orden Dominicana como promotor de una reciente marcha cargada de resentimiento, cuyo objetivo —según afirman— sería provocar un conflicto violento similar a la masacre de 1937, ordenada por el dictador Trujillo.
Los firmantes del documento también responsabilizan a países como Estados Unidos, Canadá y Francia por la profunda crisis humanitaria que atraviesa Haití, tras años de intervencionismo que han reducido su capacidad educativa, de salud y seguridad, empujando a miles a emigrar hacia República Dominicana.
Critican que estos migrantes sean doblemente víctimas: primero del abandono de su país, y luego de la explotación laboral en el territorio dominicano, donde —según denuncian— son mal pagados, invisibilizados y usados como mano de obra barata en el sector construcción y turismo, con el aval de autoridades, empresarios y militares.
Las organizaciones apuntan que la migración haitiana se ha transformado en un negocio multimillonario en el que participan actores estatales y privados, desde el cobro de sobornos hasta el uso irregular de su fuerza de trabajo sin garantías laborales.
También rechazan las recientes medidas anunciadas por el presidente Luis Abinader, calificándolas de “populistas, demagógicas y violatorias de los derechos humanos”, especialmente al restringir el acceso a la salud pública a los migrantes en situación irregular.
El comunicado finaliza con una crítica frontal al uso político de la crisis migratoria por parte de figuras públicas, como Roque Espaillat, Santiago Matías y Carlos Peña, a quienes acusan de fomentar el racismo y el odio para obtener réditos electorales.
Las agrupaciones de izquierda reiteran que ningún muro ni aumento del control militar resolverá el problema migratorio mientras no se enfrenten las causas estructurales de la crisis haitiana y la complicidad de los sectores dominantes.