Se estima que unos 1,600 empleados serán afectados en esta fase inicial.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) notificó oficialmente a cientos de empleados extranjeros que perderán sus empleos a mediados de agosto, como parte de una política de restructuración severa impulsada por la administración de Donald Trump junto al Departamento de Eficiencia Gubernamental, liderado por Elon Musk.
El anuncio afecta a trabajadores no estadounidenses que, desde distintas delegaciones internacionales, han representado a la agencia durante décadas, gracias a su conocimiento del idioma, la cultura y las necesidades locales.
Estos empleados representan más del 40% de la fuerza laboral de la USAID, que supera las 10,000 personas en total.
La reorganización busca trasladar competencias al departamento de estado
La decisión forma parte del plan de desmantelamiento gradual de la USAID para traspasar gran parte de sus funciones al Departamento de Estado. Para muchos dentro y fuera de la agencia, esto representa una pérdida estratégica y un debilitamiento del papel estadounidense en la cooperación internacional.
Varios de los afectados recibieron la noticia por correo electrónico, lo que ha sido interpretado por miembros de la agencia como un gesto despersonalizado e injusto, especialmente hacia quienes trabajan en zonas de alto riesgo o conflicto.
Un funcionario de la USAID expresó que “es un desperdicio de talento humano invaluable”, lamentando que quienes han dedicado su vida al servicio internacional "se quedarán sin nada".
Según CNN, que tuvo acceso a la carta de despido, se estima que unos 1,600 empleados serán afectados en esta fase inicial.
Los despidos incluyen a personal clave en países estratégicos del mundo
Hasta el momento, no se ha especificado cuántas de estas desvinculaciones afectarán a regiones estratégicas para la seguridad global, como África, Asia y América Latina. Sin embargo, expertos temen un retroceso significativo en las capacidades de respuesta humanitaria y diplomática de Estados Unidos.
A pesar de las críticas internas y externas, el gobierno continúa justificando los recortes como parte de un plan de eficiencia fiscal y redefinición de prioridades exteriores, aunque la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro del compromiso estadounidense en el desarrollo global. Con datos de Europa Press.