Sevillanos y dominicanos se unen en emotiva jornada de solidaridad internacional
La ciudad de Sevilla se convertira este sábado en escenario de solidaridad y duelo por las más de 220 víctimas mortales del trágico derrumbe en la discoteca Jet Set de Santo Domingo, República Dominicana.
La Federación de Asociaciones Vecinales de Sevilla (Feves-Fpaavv) convocó una concentración conmemorativa en memoria de los fallecidos y en apoyo a los más de 180 heridos y sus familias.
El acto tendra lugar entre las 18:00 y las 18:30 horas, en el cruce de República Argentina con López de Gomara, junto al monumento de bronce que honra a Juan Pablo Duarte, Padre de la Patria dominicana. rese{a Europa Press.

Se leerá manifiesto en homenaje a víctimas y familias afectadas
Durante la concentración, se leerá un manifiesto cargado de emoción y llamado a la acción. Isidra Gil, secretaria de Migración de Feves-Fpaavv y de origen dominicano, explicó que el objetivo era transmitir el pesar y la cercanía del pueblo sevillano ante una catástrofe “que ha sacudido a toda la isla”.
“El país entero está conmocionado. No solo lamentamos la pérdida de tantas vidas, sino que también alzamos la voz para exigir justicia y protección para los sobrevivientes y familiares desamparados por esta tragedia”, recoge el texto leído ante decenas de asistentes.
Exigen investigar causas y reformar normativas urbanísticas con urgencia
El manifiesto insta a todas las instituciones del Estado dominicano a abrir investigaciones rigurosas para determinar las verdaderas causas del colapso estructural, así como a garantizar apoyo integral a las personas afectadas.
Además, se hizo un llamado a la ciudadanía dominicana a exigir una revisión profunda de las normativas urbanísticas y de seguridad para evitar que tragedias como esta vuelvan a repetirse.
Organizaciones invitan a la ciudadanía a mostrar su apoyo presencialFeves-Fpaavv exhortó a la comunidad dominicana residente en Sevilla, así como a la ciudadanía sevillana y colectivos solidarios, a sumarse a esta muestra de respaldo humano y comunitario. “No podemos quedarnos indiferentes ante el dolor ajeno. Hoy más que nunca, somos una sola voz”, concluyó Gil.