Los aranceles y la imprevisibilidad política desatan una crisis global de confianza
Santo Domingo.- 10 de abril de 2025 – Lo que comenzó como una guerra comercial se ha convertido en una crisis de confianza. Los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump no solo han agitado los mercados, sino que han dejado una huella profunda en la economía global, erosionando la estabilidad del dólar y replanteando los fundamentos del comercio internacional.

Un alivio temporal, un daño permanente
El miércoles, Trump anunció una pausa de 90 días en los aranceles para países que no tomen represalias, lo que desencadenó un rally histórico en las bolsas mundiales. El S&P 500 subió un 9,5%, sumando 4,3 billones de dólares en valor de mercado, mientras que los índices de Asia y Europa siguieron el mismo camino. Fue la mayor ganancia diaria para el Nasdaq desde 2001 y para el S&P 500 desde la crisis de 2008.
Sin embargo, según Nigel Green, director general de deVere Group, este repunte es solo un espejismo. "Tras la euforia actual se esconde una verdad persistente: el daño a la confianza ya está hecho", advierte. La imprevisibilidad de las políticas de Trump ha dejado a empresas e inversores en un estado de incertidumbre crónica, obligándolos a recalcular el riesgo en todos los mercados.
El dólar bajo asedio: el euro alcanza máximos históricos
Mientras Wall Street celebraba el alivio arancelario, el dólar caía frente al euro, alcanzando su nivel más bajo en tres años (1,138 dólares por euro). Para Green, esto no es una fluctuación pasajera, sino un "punto de inflexión" en la hegemonía del dólar.
"El dominio del dólar siempre se basó en la confianza: en la estabilidad de EE.UU., en el libre comercio y en un liderazgo económico responsable. Esa confianza se está resquebrajando", explica. La política agresiva de Trump, combinada con tensiones comerciales con China (que elevó sus aranceles a más del 100%), ha acelerado la desconfianza global.
Las cicatrices de la imprevisibilidad
Los inversores ya no dan por sentada la estabilidad. Las empresas cotizadas enfrentan preguntas más duras, los bonos considerados seguros pierden valor, y los bancos centrales de Asia y Oriente Medio reducen discretamente su exposición a los bonos del Tesoro estadounidense. "Si EE.UU. usa su moneda como arma, el mundo responderá", sentencia Green.
La fortaleza del euro refleja este cambio: no es solo una apuesta contra EE.UU., sino una búsqueda global de alternativas. "La ruptura del euro es un referéndum del mercado sobre Estados Unidos", añade el analista.
Conclusión: Un nuevo panorama económico
Aunque los aranceles desaparezcan, su impacto perdurará. "Las cicatrices de la imprevisibilidad de Trump durarán mucho tiempo", concluye Green. Los mercados exigen ahora mayores rentabilidades para compensar el riesgo político, y el dólar ya no es el refugio indiscutible de antaño.
En un mundo donde la confianza se erosiona más rápido que nunca, los inversores deben adaptarse o quedar atrás. La pregunta ya no es si el dólar se recuperará, sino cuánto tardará el sistema financiero global en encontrar un nuevo equilibrio.