La Conferencia del Episcopado Dominicano reiteró las condolencias y solidaridad con los familiares de las víctimas
La madrugada del martes, la República Dominicana fue sacudida por una de las tragedias más impactantes de los últimos tiempos. Un siniestro en la reconocida discoteca Jet Set dejó un saldo devastador: más de 225 personas fallecidas y un centenar de heridos, según datos preliminares. Para el obispo Faustino Burgos Brisman, secretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano, este hecho representa “un golpe muy duro para la familia dominicana”.
“Estamos consternados. Una pérdida así jamás debió ocurrir, menos en un lugar pensado para la alegría y el esparcimiento. Esto duele en el alma”, expresó con pesar el prelado, al referirse al incendio que arrasó con la emblemática discoteca ubicada en Santo Domingo.
Todos debemos reflexionar sobre el valor de la vida humana
Monseñor Burgos dirigió palabras de consuelo a los familiares de las víctimas y pidió al Todopoderoso que acoja en su regazo a quienes partieron de manera tan abrupta. “Cristo resucitado nos recuerda que la muerte no es el final. Él mismo dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Esa esperanza es la que hoy debemos abrazar como pueblo creyente”, expresó.
También recordó el llanto de Jesús por Lázaro, resaltando que Dios no es ajeno al dolor humano. “Morir en Cristo es resucitar con él”, afirmó con solemnidad.
Urge una respuesta nacional contra violencia y feminicidios crecientes
Más allá del desastre en Jet Set, el obispo aprovechó para hacer un llamado enérgico contra los crecientes niveles de violencia social y feminicidios en el país. “Siento vergüenza ajena por la cantidad de mujeres asesinadas en lo que va de año. La mujer no es una propiedad, es una vida que merece respeto y protección”, enfatizó.
Pidió a todos los sectores —sociedad civil, gobierno, iglesias e instituciones— asumir su rol y unirse para frenar estos males que envenenan a la sociedad. “Esto no es tarea de uno solo. Todos tenemos que trabajar por una cultura de paz”, insistió.
Semana Santa como oportunidad de encuentro espiritual y familiar
Finalmente, en relación al asueto de Semana Santa, Monseñor Burgos promovió la campaña “Yo Me Quedo”, una iniciativa que invita a las familias a vivir estos días en reflexión y comunión con Dios. “Frente a la tentación de huir al bullicio, nosotros decimos: me quedo con Jesús, escuchando su palabra y renovando mi fe. Porque en él está la verdadera paz”, concluyó.
Monseñor Faustino Burgos Brisman fue entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA