La organización de izquierda advierte que la influencia de grandes grupos económicos podría diluir responsabilidades
SANTO DOMINGO, RD. – El Movimiento Popular Dominicano (MPD) advirtió este lunes sobre la posibilidad de que la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set sea resuelta mediante una salida negociada que podría beneficiar a los responsables de "cuello blanco", es decir, personas con poder político y económico. Según la organización de izquierda, esta salida podría involucrar acuerdos financieros, renuncias simbólicas o la aparición de chivos expiatorios, con el fin de evitar sanciones legales graves.
El análisis, titulado “Tragedia, intereses y grupos económicos” y publicado en el portal Periodico Libertad, argumenta que en eventos similares, tanto en América Latina como en Europa, los responsables de altos niveles, relacionados con el poder económico y político, han enfrentado sanciones mínimas, en contraste con el trato severo hacia sectores menos protegidos.
El MPD enfatizó que el único medio para evitar una posible solución negociada sería una presión social y mediática constante, que mantenga el caso en la agenda pública y preserve la indignación colectiva. “Si esta tragedia mantiene alta visibilidad pública y provoca indignación sostenida, se dificultará una salida pactada, o al menos se exigirá que las apariencias de justicia se mantengan”, señalaron desde la Comisión Política del MPD.
El poder de los actores económicos
La organización destacó la influencia de los grandes grupos económicos en la República Dominicana, que no pueden ser ignorados al analizar la tragedia. Según el MPD, estos grupos tienen un control significativo sobre la economía nacional, y su poder político les permite manipular situaciones críticas como esta. En particular, señalaron la participación de conglomerados como los de los grupos Corripio, Popular, Rica, SID, Puntacana, entre otros, que tienen inversiones diversificadas en sectores clave como la banca, los medios de comunicación, la energía, la construcción y la salud.
“La concentración del capital y su influencia en las decisiones políticas y económicas les permite tener un impacto crucial en los procesos de toma de decisiones en el país. Muchos de estos grupos ya han comenzado a expandirse fuera de la República Dominicana, especialmente hacia Centroamérica y el Caribe, lo que refuerza su poder económico”, indicaron desde el MPD.
Intereses cruzados y posibles manipulaciones
El MPD considera que la influencia de los grupos económicos podría jugar un papel clave en las negociaciones detrás de escenas que diluyan las responsabilidades por la tragedia. Estos intereses, a menudo entrelazados con el poder político, el judicial y mediático, pueden favorecer una salida poco transparente, que favorezca a los implicados de alto perfil.
El partido recordó que uno de los empresarios involucrados en la tragedia, Antonio Espaillat López, propietario de la discoteca Jet Set, tiene vínculos estrechos con figuras del poder económico, como Manuel Alejandro Grullón, presidente del Grupo Popular, lo que podría complicar aún más la búsqueda de justicia. Espaillat López, también propietario de RCC Media, un conglomerado de medios, tiene una red de relaciones que podría dificultar un proceso judicial transparente.
El poder de la narrativa en manos de los grandes
En su análisis, el MPD se inspira en la teoría de Karl Marx, que afirmaba que la clase dominante no se suicida. Según el partido, los poderosos siempre velan por sus intereses, y cualquier precio será pagado para preservar sus posiciones. De acuerdo con esta visión, la influencia de los actores involucrados en el caso podría llevar a una resolución negociada que minimice las responsabilidades y proteja a los involucrados de mayor perfil.
Cautela ante las presiones externas
Finalmente, el MPD advirtió que las víctimas de la tragedia deben actuar con cautela, dado el contexto de intereses cruzados que rodean este caso. “Cuando figuras del poder económico, político y social se ven involucradas en escándalos, entran en juego factores como el control de reputaciones, la presión social y mediática, y las conexiones con la política y los medios de comunicación. Estos elementos facilitan negociaciones tras bastidores que pueden diluir responsabilidades o favorecer salidas poco transparentes”, concluyó el análisis del MPD.