Cambios buscan mejorar experiencia de uso en dispositivos con android
Google ha dado un paso firme para elevar los estándares de calidad en los dispositivos móviles al establecer que Android 15 solo podrá ser instalado en smartphones y tabletas con almacenamiento mínimo de 32 GB, duplicando así el requisito previo de 16 GB.
Esta decisión marca un antes y un después en la forma en que los fabricantes de dispositivos abordan la capacidad interna, sobre todo en los modelos de gama baja, donde los 16 GB solían ser comunes.
Google justifica esta exigencia con la necesidad de garantizar espacio suficiente para el sistema operativo, las aplicaciones esenciales y los archivos del usuario.
El 75 por ciento deberá estar dedicado a datos del usuario
Además del aumento del almacenamiento mínimo, Google ahora exige que al menos el 75 % de ese espacio esté destinado a la partición de datos, es decir, el área donde se almacenan las apps del sistema, sus datos y los contenidos del usuario.
Esta medida implica que dispositivos con menos de 32 GB no solo no podrán ejecutar Android 15, sino que tampoco podrán usar los Servicios de Google (GMS), los cuales incluyen la Play Store y otras herramientas esenciales, si no cumplen este nuevo estándar. Aunque los fabricantes podrían usar versiones de Android de código abierto, estas quedarían severamente limitadas sin los GMS.
Nuevas exigencias técnicas acompañan al salto en almacenamiento mínimo
Los cambios no se detienen ahí. Google ha introducido otros requisitos clave para la certificación de sus servicios. Por ejemplo, será obligatorio que los dispositivos con Android 15 puedan compartir contactos de emergencia y datos de localización durante llamadas a servicios de emergencia.
Asimismo, se exigirá que los procesadores de estos dispositivos sean compatibles con la API gráfica Vulkan 1.3 o superior, lo cual apunta a una mejoría significativa en el rendimiento gráfico. En el caso de teléfonos con Android 14 y solo 2 GB de RAM, se requerirá activar las optimizaciones de memoria reducida, para garantizar una experiencia fluida.
Con este paquete de nuevas normas, Google refuerza su apuesta por una experiencia Android más estable y eficiente, restringiendo el uso de su sistema operativo a dispositivos que realmente puedan garantizar un rendimiento adecuado en el día a día.