La economía dominicana se desacelera sin respuestas efectivas del gobierno
El economista Richard Medina, dirigente del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), lanzó una dura advertencia: la economía dominicana se frena mientras el gasto en intereses de deuda pública se dispara peligrosamente. Según afirma, este año la factura por intereses será casi equivalente al presupuesto destinado a educación, lo que revela una crisis fiscal creciente y mal gestionada.
Medina denuncia que el gobierno intenta distraer la atención del debilitamiento económico, responsabilizando anticipadamente a factores externos como los nuevos aranceles impuestos por Estados Unidos. Sin embargo, insiste en que el deterioro comenzó mucho antes.
“La economía lleva meses cayendo. El crecimiento es cada vez menor. Y eso pasó antes de los aranceles”, recalcó.
Según el economista, la política monetaria restrictiva en Estados Unidos ha obligado al Banco Central a mantener altas tasas de interés, lo cual ha desincentivado el crédito interno y ralentizado aún más la actividad productiva. En este contexto, una respuesta razonable sería adoptar una política fiscal expansiva, mediante inversión pública en obras de infraestructura.
La falta de inversión pública revela un modelo sin capacidad de respuesta
Medina sostiene que, aunque la teoría económica sugiere invertir en obras para reactivar la economía, el gobierno dominicano carece de margen de maniobra.
“El gasto excesivo en nóminas, pensiones y subsidios eléctricos ha sofocado la posibilidad de invertir en infraestructura”, expresó.
El presupuesto actual, según revela, muestra un recorte histórico de 10 mil millones de pesos en obras públicas, el más bajo que se haya registrado. Esta reducción, afirma, condena el futuro inmediato del país a una parálisis en su aparato productivo.
Lo más alarmante, advierte Medina, es la expansión incontrolada del gasto en intereses de deuda, que se acerca al presupuesto destinado a la educación.
“Eso es sencillamente insostenible. Estamos hipotecando el desarrollo del país para cubrir intereses que no paran de crecer”, concluyó.
Las declaraciones de Medina configuran un panorama preocupante para una economía que, lejos de fortalecerse, parece entrar en una etapa de fragilidad estructural, mientras el gobierno opta por minimizar la gravedad del problema.