El endurecimiento arancelario golpeará fuerte a América del Norte y Europa
La Organización Mundial del Comercio (OMC) ha lanzado una seria advertencia: si se profundiza la actual guerra comercial, el volumen global de mercancías podría desplomarse un 1,5% en 2025. Este posible retroceso contrasta drásticamente con el crecimiento del 2,9% registrado en 2024, un año donde el comercio creció incluso más que el PIB mundial.
El endurecimiento arancelario golpeará fuerte a América del Norte y Europa y bajo las condiciones actuales, el comercio ya muestra signos de enfriamiento. Para este año, la OMC proyecta una leve contracción del 0,2%, pero la situación podría empeorar rápidamente si se mantienen los aranceles unilaterales, especialmente desde Estados Unidos hacia China.
América del Norte sería la región más afectada, con una posible caída del 12,6% en exportaciones y del 9,6% en importaciones, restando 1,7 puntos porcentuales al crecimiento mundial. Europa y Asia, en cambio, registrarían avances modestos, aunque por debajo del escenario ideal de aranceles bajos.
El informe también señala que regiones productoras de energía seguirán aportando positivamente al comercio mundial gracias a una demanda estable, aunque insuficiente para compensar el declive en las grandes potencias comerciales.
Desvío de exportaciones chinas tensiona mercados y crea nuevos riesgos globales
Una de las consecuencias directas de esta guerra comercial es la reorientación del comercio chino. Con los aranceles estadounidenses redirigiendo exportaciones hacia otras regiones, se prevé un aumento de hasta 9% en los envíos de China fuera de América del Norte. Esto, advierte la OMC, intensificará la competencia en terceros mercados, afectando la estabilidad de productores locales.
Mientras tanto, Estados Unidos experimentará una drástica reducción de importaciones chinas en sectores clave como textiles, confección y equipos eléctricos, lo que abre nuevas oportunidades para proveedores alternativos dispuestos a llenar el vacío.
Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC, expresó su "profunda preocupación" por la incertidumbre actual. Aunque reconoce que ha habido una ligera distensión arancelaria, advierte que el escenario sigue siendo frágil y que las economías más vulnerables podrían pagar el precio más alto.
En el ámbito de los servicios, que no están sujetos directamente a aranceles, la OMC estima un crecimiento del 4% en 2025, por debajo de las proyecciones anteriores.
Las tarifas sobre bienes están teniendo efectos colaterales, especialmente en sectores como el transporte, la logística y el turismo. La demanda de servicios profesionales y tecnológicos también muestra señales de desaceleración.
A principios de 2024, el panorama era más optimista. Pero la oleada de nuevos aranceles desde enero obligó a la OMC a revisar drásticamente sus previsiones, evidenciando que la guerra comercial no solo es un conflicto bilateral, sino un riesgo sistémico para la economía global. Con datos de Europa Press