La Fiscalía pide prisión preventiva para Rafael Rosario Mota por suplantar a un agente policial con documentos falsificados.
SANTO DOMINGO – Rafael Rosario Mota, conocido como “El Foster”, vuelve a ser noticia, esta vez no por sus presuntas hazañas en labores de rescate, sino por una nueva y peligrosa farsa: hacerse pasar por miembro de la Policía Nacional con un carnet falsificado.
La Fiscalía del Distrito Nacional, a través del Departamento de Investigación de Falsificaciones, solicitó prisión preventiva contra Mota, quien ya había estado en el ojo público por declararse falsamente como rescatista en la tragedia del centro nocturno Jet Set, donde murieron más de 230 personas.
- Ahora, el Ministerio Público acusa al imputado de hacerse pasar por un “asimilado” policial, valiéndose de un carnet fraudulento. Fue detenido en la intersección de las avenidas Duarte y México, en el sector San Carlos, Distrito Nacional, portando el documento adulterado con el número 1091, en el que se identificaba como escolta de la Red Nacional Comunitaria (PNESCICC).
Las autoridades revelaron que Mota publicaba contenido en redes sociales en el que se promovía como agente policial activo, participando incluso en supuestas labores de asistencia social y rescate. Sin embargo, las indagatorias de la Dirección Central de Inteligencia (Dintel) y una pericia forense de la Policía Científica confirmaron que el documento carece de autenticidad y no guarda relación con los carnets oficiales emitidos por la institución.
La Dirección de Recursos Humanos de la Policía Nacional también certificó que Rafael Rosario Mota nunca ha pertenecido a sus filas, desmontando cualquier intento de validación por parte del acusado.
El Ministerio Público tipifica los hechos como violaciones a los artículos 147, 148 y 151 del Código Penal Dominicano, que castigan la falsificación y uso de documentos públicos falsos.
La fiscal Francisca Arias Patrocino, encargada del caso, subraya que Mota actuó con pleno conocimiento de su engaño, por lo que representa un peligro de fuga, al no contar con el arraigo suficiente para enfrentar el proceso judicial en libertad.
La solicitud de prisión preventiva se basa en la gravedad de los hechos y en la necesidad de garantizar su presencia durante todo el proceso. La medida también busca evitar que continúe incurriendo en acciones que vulneran la confianza ciudadana en las instituciones del orden.
El caso de Rafael Rosario Mota pone de manifiesto los riesgos del uso indebido de redes sociales para construir falsas identidades y la importancia de una fiscalización rigurosa en tiempos donde la apariencia puede suplantar a la verdad.
Ahora, el destino de “El Foster” queda en manos del tribunal, que deberá decidir si su última actuación como falso agente tendrá como desenlace la cárcel.