Una tormenta perfecta amenaza el crecimiento y la estabilidad internacional
La economía mundial se enfrenta a una etapa de ralentización preocupante, y según el más reciente informe de la Unctad (ONU Comercio y Desarrollo), el crecimiento global para este año será de apenas 2,3 %, situándose peligrosamente por debajo del umbral del 2,5 %, considerado señal de recesión mundial.
La organización advierte que la incertidumbre política y comercial, los aranceles unilaterales y el debilitamiento de las decisiones de inversión están generando demoras, desconfianza y menor contratación en todos los sectores económicos.
Los efectos ya se sienten desde América hasta el sur de Asia
Estados Unidos, motor de la economía global, enfrenta una desaceleración severa, con un crecimiento estimado de solo 1 % para 2025, afectado por las recientes medidas proteccionistas de su nuevo gobierno. Canadá, su socio comercial clave, tampoco escapa: crecerá apenas 0,7 %, lo que eleva las alarmas sobre una posible recesión en América del Norte.
En América Latina, el panorama es mixto. Argentina destaca con un repunte proyectado de 5 %, tras años de contracción, mientras que Brasil y México sufrirán retrocesos significativos: 2,2 % y 0,5 %, respectivamente, debido al endurecimiento de políticas fiscales y comerciales. A pesar de esto, la región podría sostener un crecimiento promedio de 2,3 % si las condiciones externas no se deterioran aún más.
Por su parte, Asia del Sur experimentará una expansión de 5,6 %, favorecida por la disminución de la inflación, aunque la deuda y la volatilidad alimentaria siguen siendo amenazas latentes, particularmente en Sri Lanka, Pakistán y Bangladesh.
África mantiene la esperanza pero enfrenta grandes limitaciones estructurales
África crecerá 3,6 %, una mejora que no será suficiente para compensar los desafíos que enfrentan Sudáfrica, Nigeria y Egipto, cuyas economías representan casi la mitad del PIB del continente. El crecimiento sigue siendo demasiado débil para generar empleos de calidad y hacer frente al aumento demográfico.
En medio de este panorama global tenso, la Unctad identifica una luz de esperanza en el comercio Sur-Sur, que hoy representa cerca de un tercio del comercio mundial. Este canal alternativo entre países en desarrollo podría servir como columna vertebral de resiliencia económica, especialmente si se promueve la cooperación y la integración regional.
El informe concluye con un llamado urgente: “La acción coordinada será esencial para restablecer la confianza global y mantener el desarrollo sostenible en marcha”. Con datos de agencia IPS