Es una lucha de poder entre la fuerza fiscal y la independencia monetaria”, afirma el director ejecutivo de deVere Group
La tensión entre la Casa Blanca y la Reserva Federal está escalando rápidamente, y los efectos ya se sienten en los mercados internacionales. Mientras el expresidente Donald Trump presiona por recortes de tasas para alimentar su ambiciosa agenda económica, Jerome Powell, presidente de la Fed, se mantiene firme en su postura de contención monetaria.
La confrontación no es solo ideológica: es una guerra por el control del timón económico de Estados Unidos. “No se trata solo de un desacuerdo sobre el momento oportuno. Es una lucha de poder entre la fuerza fiscal y la independencia monetaria”, afirma Nigel Green, director ejecutivo de deVere Group. “Los mercados están reaccionando. Y así debería ser”.
Señales de alarma en bonos, divisas y materias primas globales
Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 2 años han subido con fuerza, reflejando expectativas de una Fed más estricta. A la par, el oro se fortalece como activo refugio, mientras que divisas sensibles al riesgo se debilitan frente a un dólar revitalizado por la incertidumbre global.
Green advierte que el riesgo ahora es doble: que Powell mantenga una política restrictiva más tiempo del previsto, y que Trump busque intervenir directa o indirectamente en la política monetaria, lo que pondría en jaque la ya frágil confianza en la independencia de la Fed.
Los inversores reaccionan ante una era de confrontación prolongada
El escenario no es transitorio. Se trata de un cambio de paradigma. Con dos gigantes empujando en direcciones opuestas, los capitales buscan refugio o adaptación. Algunos inversores rotan hacia activos defensivos; otros se refugian en el dólar, apostando a la solidez institucional de la Fed. Sin embargo, todos comparten una creciente percepción: esto apenas comienza.
“El mercado está entrando en una nueva etapa de volatilidad estructural”, concluye Green. “Trump quiere el control. Powell, la credibilidad. Y en medio, los mercados globales se ajustan como pueden”.
Desde deVere, el consejo es claro: diversificación inteligente, protección frente a riesgos y audacia calculada. La tormenta está en marcha y los inversores deben estar alerta, preparados y globalmente diversificados para lo que viene.