Oficinas ideologizadas serán desmanteladas o fusionadas por eficiencia institucional
Nueva York.- En un movimiento que redefine la estructura diplomática de Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció una ambiciosa reestructuración interna orientada a recortar gastos, simplificar procesos y alinear las funciones de la institución con los principios de la Administración Trump.
Rubio argumentó que la reforma no obedece a problemas de recursos ni de talento, sino a una “burocracia ineficiente que consume tiempo, dinero y esfuerzos sin resultados reales para los ciudadanos”. En un comunicado extenso, el secretario señaló que se eliminarán oficinas que dupliquen funciones, se fusionarán estructuras geográficas, y se suprimirán programas que, a su juicio, “no respondan al interés nacional”.
Entre los cambios, Rubio denunció que algunas entidades del Departamento se han convertido en plataformas ideológicas. En concreto, acusó a la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de actuar como “herramienta de represalia de activistas de izquierda” contra líderes conservadores en países como Hungría, Polonia y Brasil, además de promover posturas contrarias a Israel.
También criticó a la Oficina de Población, Refugiados y Migración, a la cual responsabilizó de desviar “millones de dólares en fondos públicos” hacia ONGs y organismos internacionales que fomentan “la migración masiva” y contribuyen a lo que calificó como “la invasión de la frontera sur”.
Trump refuerza su agenda conservadora con apoyo de Rubio y Musk
Rubio sostuvo que el pueblo estadounidense “merece un Departamento de Estado que priorice su seguridad y sea respetuoso con sus impuestos”. Señaló que el objetivo es crear una estructura institucional “coherente con la visión del presidente”, eliminando espacios que, según dijo, han sido cooptados por “ideologías radicales”.
Este anuncio sigue al cierre reciente de la oficina contra la desinformación extranjera, medida que Rubio justificó por considerar que afectaba la libertad de expresión. A su vez, se enmarca dentro de una ola de reformas impulsadas por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), encabezado por Elon Musk, cuyo mandato es reducir el tamaño del Estado.
La Administración Trump también ha eliminado programas de diversidad, igualdad e inclusión (DEI), y ha propuesto la disolución de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), reafirmando así su giro hacia una gobernanza austera y nacionalista.