El mundo transita hacia una inevitable confrontación global de magnitudes inimaginables que traería destrucción, dolor y sufrimiento.
En su último mensaje a pocas horas de espirar el Papa Francisco ratificó su firme postura contra la descomunal carrera armamentista y el peligro latente contra la humanidad.

Demandó el cese de la violencia armada que impacta contra la sociedad actual, expresando que: “Cuánta voluntad de muerte vemos cada día en los numerosos conflictos que afectan a diferentes partes del mundo. Cuánto desprecio se tiene a veces hacia los más débiles, los marginados y los migrantes”.
El primer Papa de origen latinoamericano retomó su férrea oposición a la proliferación de armas y rechazó “la carrera general para el rearme”.
Una reflexión puntual en su discurso desde el balcón frente a la Plaza San Pedro, el domingo 20 de abril, en la celebración de la Resurrección de Jesucristo, fue cuando exhortó a los líderes del mundo a redirigir los recursos hacia la lucha contra el hambre, el desarrollo sostenible y la atención a los más necesitados.
Ahora que el Papa Francisco partió al descanso eterno la humanidad ha perdido a su defensor auténtico que en su último mensaje volvió a clamar por la paz mundial, pidiendo poner fin a la desenfrenada carrera armamentista, una amenaza latente para la paz universal.
En un repaso doloroso por los principales conflictos que azotan al planeta, lamentó la crisis humanitaria en Gaza, la guerra en Ucrania, las tensiones entre Armenia y Azerbaiyán, los conflictos en Sudán, el Congo, Yemen y el Sahel, entre otros. Suplicó por el cese al fuego, la liberación de rehenes, el respeto a los hospitales y a los trabajadores humanitarios, y la protección de comunidades cristianas vulnerables en el Medio Oriente.
Fueron sus últimas palabras en un acto público en la emblemática Plaza de San Pedro, en el corazón del estado vaticano, donde tantas veces en su productivo pontificado levantó su voz advirtiendo las desigualdades prevalecientes en el mundo.
Practicó con el ejemplo su indiscutible humildad negándose a utilizar limosinas de lujo y a vivir en los Palacios del Vaticano, y, luchó intensamente, contra la pederastia en la iglesia católica, tema que ensombrece esa entidad hace mucho tiempo.
La reforma de la Curia Romana, promulgada en 2022, que buscaba hacer de la iglesia una institución más misionera y menos burocrática, fue probablemente uno de sus estandartes más señeros de su pontificado de 12 años, que inició en el 2013.
Además, fue un prelado amoroso, honesto y que siempre defendió a los pobres y fustigó a las grandes potencias por expandir su poderío militar en vez de ocuparse de las necesidades básicas de millones de personas alrededor del mundo.
En las garras de potencias
El mundo transita hacia una inevitable confrontación global de magnitudes inimaginables que traería destrucción, dolor y sufrimiento.
Las actuales generaciones viven en un espacio social muy complejo e individualista donde no se vislumbra en el horizonte mundial un escenario en que predomine la sensatez, esperanza y la confraternidad entre naciones, todo lo contrario, hay una tendencia generalizada hacia el armamentismo y la violencia.
Parecería que el camino a seguir es la tercera guerra mundial y ello se evidencia ante la acelerada voracidad de fabricación y compras de armas de todo tipo, que antes eran disimuladas, pero ahora son mostradas como trofeos orgullosamente y evidente arrogancia.
Todos los continentes están repletos de aviones de guerra, drones, armas químicas y biológicas, misiles nucleares, helicópteros, portaaviones, embarcaciones con las herramientas de defensa más sofisticadas y submarinos de alta potencia y precisión.
Una alocada carrera armamentista sin freno y sin límites que ha dividido la comunidad mundial en un espacio social sin precedentes.
Alemania, Japón, China y hasta Canadá, naciones que por años mantuvieron un perfil moderado en cuanto a la fabricación y posesión de armas, actualmente están en el carril competitivo del poderío militar que exhibe la sociedad moderna actual.
Nadie quiere quedarse atrás y por eso cada vez se observan innovadores modelos de armas cuyo único propósito es combatir y destruir al enemigo, sin importar sus costos y las consecuencias que generarán en un mundo sobrecargado de incertidumbres.
Estamos en Peligro
Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, Israel y China encabezan el pelotón armamentista global que mantiene en vilo a la humanidad.
¿Hacia dónde nos llevará esta alocada carrera armamentista mundial?
“Que se calle la guerra. Que hable la humanidad”, llegó a exclamar el Papa Francisco, un ser humano nacido en Argentina, lleno de bondades y que entregó sus fuerzas para pedir paz y respeto por la dignidad de las personas.
También, para recordar y remitir un mensaje solidario desde el Vaticano a los familiares de las 231 víctimas mortales en la tragedia del Jet Set, en Santo Domingo, República Dominicana, ocurrida el 8 de abril de este 2025.
Artículo de Manuel Díaz Aponte