Gustavo Sánchez indica que el respeto a la constitución no puede ser selectivo ni temporal
SANTO DOMINGO. – El vocero del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en la Cámara de Diputados, Gustavo Sánchez, arremetió contra la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, por lo que calificó como un uso arbitrario del poder al ordenar acciones que, según él, violan derechos garantizados por la Constitución dominicana.
Durante la sesión de este martes, Sánchez denunció que las medidas tomadas por el Ministerio de Interior durante la pasada Semana Santa, entre ellas el retiro de ajuares, sillas y electrodomésticos de distintos espacios públicos, se ejecutaron sin una orden judicial ni la existencia de un Estado de Excepción, tal como establece la carta magna para limitar derechos fundamentales.
Críticas por uso de disposiciones administrativas sin base constitucional previa
“La ministra Raful no puede restringir derechos constitucionales con una simple orden administrativa”, enfatizó el congresista, asegurando que el operativo ejecutado por agentes policiales carecía de fundamento legal.
A juicio del diputado, estas acciones no solo fueron excesivas, sino que responden a una voluntad personal de mostrarse “simpática” frente a la tragedia ocurrida en el centro nocturno Jet Set.
Sánchez fue más allá al recordar que Faride Raful, cuando ocupaba una curul en la Cámara de Diputados, era una firme defensora de los principios constitucionales, y cuestionó su cambio de postura tras asumir una función ejecutiva.
El legislador rechaza los excesos, no el cumplimiento de la ley
“Estoy en contra de los abusos de ruido y desorden, pero no se puede pisotear la Constitución para hacer cumplir una ley menor”, apuntó el también miembro del Comité Político del PLD, quien subrayó que cualquier intervención de ese tipo debió ser autorizada por un juez.
El legislador también criticó el lenguaje empleado por la ministra, acusándola de utilizar términos despectivos al referirse a ciudadanos en condiciones vulnerables, a quienes, según él, mandó a “envolverse en el lodo”.
Finalmente, Sánchez hizo un llamado a la institucionalidad, recordando que ninguna autoridad está por encima de la Constitución ni puede tomar decisiones que vulneren derechos fundamentales, por bien intencionadas que parezcan.