Pakistán advierte que cortar el agua será un "acto de guerra"; India cancela visados
La tensión entre India y Pakistán ha escalado a niveles alarmantes tras el ataque terrorista en la región de Cachemira, que dejó al menos 30 muertos. Las represalias no se han hecho esperar: cancelación de visados, cierre de fronteras y una advertencia escalofriante: el corte del suministro de agua será considerado un "acto de guerra".
Medidas drásticas tras el atentado
El gobierno indio ha revocado todos los visados para ciudadanos paquistaníes, exigiendo que abandonen el país antes del 27 de abril. Solo los permisos médicos se extenderán hasta el 29. "Recomendamos a nuestros ciudadanos no viajar a Pakistán y regresar de inmediato si ya están allí", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores.
La medida llega después de que India expulsara a diplomáticos paquistaníes, acusándolos de vínculos con el ataque en Pahalgam, reivindicado por el Frente de Resistencia, vinculado al grupo terrorista Lashkar-e-Taiba (LeT). Nueva Delhi insiste en que Islamabad respalda a grupos armados en Cachemira, una región en disputa desde 1947.
La amenaza del agua: ¿un punto de no retorno?
India ha suspendido unilateralmente el Tratado de Aguas del Indo de 1960, un acuerdo clave que garantiza a Pakistán el acceso al agua de este río y sus afluentes. La respuesta paquistaní fue contundente: "Cualquier intento de desviar el agua que nos pertenece será considerado un acto de guerra", advirtió el gobierno, prometiendo una respuesta militar contundente.
Pakistán argumenta que el tratado, mediado por el Banco Mundial, no puede romperse unilateralmente. Incluso ha amenazado con suspender el Acuerdo de Simla de 1972, que normalizó relaciones entre ambos países.
"Guerra de baja intensidad" y preparativos bélicos
El ministro de Defensa paquistaní, Jawaja Asif, acusó a India de librar una "guerra de baja intensidad" y afirmó tener inteligencia sobre planes indios para ataques terroristas en ciudades paquistaníes. "Si quieren escalar, estamos listos. No cedemos ante presión internacional", declaró.
Islamabad replicó con cierres de espacio aéreo a aerolíneas indias, el bloqueo del paso fronterizo de Wagah y la suspensión de relaciones comerciales.
¿Hacia un conflicto mayor?
Con tres guerras en su historial, India y Pakistán enfrentan ahora una crisis que combina diplomacia rota, sanciones migratorias y una amenaza vital: el control del agua. La comunidad internacional observa con preocupación si esta escalada encontrará un freno o si, como advierte Pakistán, cualquier paso en falso podría desencadenar una guerra abierta.
Mientras tanto, Cachemira sigue siendo el polvorín que podría incendiar el sur de Asia. La pregunta ahora es: ¿quién dará el siguiente paso?