Inteligencia artificial optimiza la detección de operaciones sospechosas.
Santo Domingo, RD – En un contexto de creciente digitalización y complejidad financiera, la tecnología se ha convertido en una herramienta indispensable en la lucha contra el lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. Así lo asegura Ramón Guzmán, vicepresidente del Comité de Prevención de Lavado de Activos (COPLA) de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), quien subraya que sin sistemas tecnológicos especializados, la prevención eficaz de estos delitos sería prácticamente imposible.
Según Guzmán, el primer paso en una estrategia efectiva contra el lavado de activos (LAFT) es la capacidad de identificar transacciones sospechosas. Esta detección temprana permite aplicar medidas de mitigación de riesgo, conforme a la ley y las normativas del sector, además de adaptarse a nuevas tipologías delictivas que surgen constantemente.
En un artículo publicado por el blog de la ABA, el experto destaca cómo la inteligencia artificial (IA) y otras tecnologías están transformando los procesos de cumplimiento en las entidades financieras. La IA, a través de algoritmos de machine learning, analiza grandes volúmenes de datos y emite alertas que permiten a los equipos de cumplimiento centrarse en los casos más relevantes. Esta capacidad de cribar información en tiempo real supera con creces la eficiencia de los procesos manuales.
“Vivimos en una era donde la digitalización de los servicios financieros permite que los fondos se muevan en segundos entre jurisdicciones. Por eso, la tecnología no es un lujo, sino una necesidad vital para el control de riesgos”, enfatiza Guzmán.
Además de detectar operaciones atípicas, estas herramientas tecnológicas ayudan en la vinculación de nuevos clientes, evaluando su comportamiento financiero frente a múltiples variables como jurisdicción, productos utilizados, contrapartes y montos. Esto resulta clave para anticiparse a posibles amenazas y reforzar la protección del sistema financiero dominicano.
El vicepresidente del COPLA también señala que la tecnología permite diseñar indicadores de riesgo personalizados y darles seguimiento continuo. De este modo, los tomadores de decisiones pueden evaluar con mayor precisión la exposición institucional al LAFT y actuar de forma estratégica.
Por estas razones, afirma Guzmán, el sector bancario dominicano invierte de forma constante en plataformas tecnológicas para la prevención del lavado de activos y el financiamiento del terrorismo. Estas inversiones, tanto humanas como financieras, son muestra del compromiso del sistema bancario con la integridad y la seguridad del país.
En un entorno donde los delitos financieros evolucionan con rapidez, la banca dominicana responde con innovación, anticipación y tecnología, consolidando así un frente robusto contra las amenazas del crimen organizado.