Alertan sobre daños irreversibles al ecosistema en San Cristóbal
Santo Domingo. – La Sociedad Ecológica de San Cristóbal (SOEC) ha emitido una contundente denuncia contra el Ministerio de Medio Ambiente por autorizar explosiones con dinamita en Naranjo Dulce, El Pomier, dentro de la frágil cuenca hidrográfica del río Nigua. La organización considera que esta decisión representa un atentado directo contra uno de los ecosistemas más valiosos y vulnerables de la provincia.
La medida fue autorizada mediante la Carta de No Objeción número VSA-09-2024-25, lo que, según la SOEC, constituye una contradicción con la propia misión del Ministerio de preservar el medioambiente. En palabras del colectivo ambientalista, esta acción viola lo establecido por la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales, permitiendo prácticas extractivas de alto impacto sin contemplar ninguna medida de mitigación ambiental.
“Nos duele profundamente que el pasado martes 23 de abril, a las 3:00 de la tarde, una detonación quede marcada como una herida abierta en nuestra memoria ambiental. Es el símbolo de una gestión irresponsable que prioriza intereses mineros por encima del bienestar ecológico y comunitario”, señala el comunicado oficial.
Expertos en conservación han expresado serias preocupaciones por los efectos de estas voladuras. El ambientalista Ángel Luis Maldonado explicó que la intervención ocurre en la zona media de la cuenca del río Nigua, lo cual incrementa el riesgo de erosión, compromete la capacidad de retención del suelo y afecta el flujo natural del agua hacia el río. “Esta intervención rompe el equilibrio del ecosistema y compromete las reservas hídricas de San Cristóbal”, advirtió.
La Sociedad Ecológica denuncia además la ausencia de un plan de remediación ambiental por parte del Ministerio, calificando esta omisión como una muestra de complacencia con una minería que, lejos de ser sostenible, opera de manera depredadora. “No se puede hablar de desarrollo cuando se destruye el entorno sin asumir consecuencias ni responsabilidades”, afirman.
La cuenca del río Nigua es fundamental para el equilibrio hídrico de la región, ya que abastece a numerosas comunidades, sirve de refugio para especies endémicas y mantiene una importante función ecológica en el ecosistema local. La pérdida progresiva de su cobertura vegetal y su alteración física podrían generar daños irreversibles para generaciones presentes y futuras.
Frente a este escenario, la Sociedad Ecológica exige que se prohíban de manera definitiva las voladuras con dinamita en cualquier punto de la cuenca del río Nigua. Asimismo, hace un llamado al gobierno central, al Ministerio de Medio Ambiente y a toda la ciudadanía a actuar con responsabilidad, defendiendo el derecho colectivo a un ambiente sano.
“El patrimonio natural no se negocia ni se dinamita. Es deber de todos protegerlo”, concluye la organización.