La tragedia en puerto iraní expone graves fallas de seguridad logística
La explosión masiva registrada el sábado en el puerto de Bandar Abbas, en el sur de Irán, ha dejado 40 muertos confirmados y más de 1.100 heridos, mientras unos 800 siguen hospitalizados. La catástrofe ha puesto en evidencia serias deficiencias en la gestión de uno de los principales centros logísticos del país.
Las autoridades iraníes continúan trabajando para controlar el incendio, originado, según informes preliminares, en un almacén de productos químicos. Entretanto, el Gobierno ha iniciado una investigación a fondo para esclarecer responsabilidades y evitar futuras tragedias.
Caos en la gestión portuaria provocó la magnitud del desastre químico
El presidente iraní, Masud Pezeshkian, criticó duramente el desorden en la gestión del puerto Shahid Rajaee, donde se almacenaban entre 120.000 y 140.000 contenedores de manera desorganizada. "No se debe permitir ni el 10% de ese volumen sin control", reclamó.
A su vez, el ministro del Interior, Eskandar Momeni, aseguró que ya se ha logrado contener el 80% del fuego, mientras se reanudan parcialmente actividades de exportación e importación. Sin embargo, la prioridad sigue siendo controlar el incendio, localizar a las seis personas aún desaparecidas y atender a los cientos de heridos trasladados a hospitales de Shiraz y Larestan.
El líder supremo, Alí Jamenei, subrayó la necesidad de una investigación "exhaustiva" para identificar cualquier negligencia o intencionalidad detrás del incidente, exhortando a actuar conforme a las normas legales vigentes.
Impacto estratégico en el comercio y en la red de transporte iraní
El puerto Shahid Rajaee no solo es vital para la economía interna iraní, sino también para el comercio global, dado su emplazamiento estratégico en el estrecho de Ormuz. Gestiona más de la mitad de las exportaciones e importaciones marítimas de Irán y conecta las rutas comerciales marítimas con los centros industriales del país a través de una amplia red ferroviaria y de carreteras.
La Oficina de Aduanas del puerto atribuyó la explosión a un incendio químico que provocó una reacción en cadena en los depósitos adyacentes. Las imágenes de la tragedia mostraron una columna de humo de cientos de metros y la detonación se sintió a kilómetros de distancia.
Ante esta situación crítica, el presidente Pezeshkian llamó a modernizar urgentemente la gestión portuaria y sanitaria de la provincia de Hormozgán, apelando a soluciones basadas en estándares internacionales y la asesoría de académicos y expertos. Con datos de Europa Press