Procurar la justa distribución de la explotación de Ámbar y Larimar que se hace en la República Dominicana, con el propósito de que se disponga que un porcentaje, de primera calidad de dichas materias primas, sea asignada al mercado local.
Por Fausto Araujo.
A los fines de procurar y garantizar el fortalecimiento, desarrollo y competitividad del sector de la Artesanía dominicana se debería, sin demora, poner en práctica, las siguientes acciones:
Buscar, identificar y organizar a los artesanos dominicanos.
Priorizar la actualización del Registro y Operación de los Artesanos nacionales.
Coordinar y ejecutar programas efectivos y puntuales de entrenamientos, financiamientos, mercadeo, innovación y modernización a favor del sector.
Impulsar un programa masivo de formalización de los artesanos y de regularización de su producción durante todo el año, a los fines de que puedan estar en capacidad de satisfacer la demanda local e internacional.
Procurar la justa distribución de la explotación de Ámbar y Larimar que se hace en la República Dominicana, con el propósito de que se disponga que un porcentaje, de primera calidad de dichas materias primas, sea asignada al mercado local.
En ese mismo orden, disponer que un porcentaje de la producción de oro y plata en el país este asignada al mercado dominicano, para que sean usados como materia prima por los artesanos.
Organizar y participar activamente de Ferias Artesanales para dar a conocer las obras y los artistas.
Promover, exhibir y vender la artesanía dominicana en todas las ferias del libro a nivel nacional e internacional.
Garantizar que representaciones de artesanos y sus obras estén siempre presente en todas las Ferias Internacionales a que acuda el Ministerio de Turismo.
Priorizar la Producción en Serie de Obras Artesanales locales que cumplan con criterios de identidad, calidad, sostenibilidad e innovación, y el fomento de clústeres.
Promover modelos asociativos entre los artesanos y sus negocios (clústeres, grupos de eficiencia colectivas, cooperativas y red de proveedores, entre otros), a los fines de producir más, con mayor calidad, aprovechar las demandas del mercado, abaratar los costos, homogenizar precios, practicas y formalizar negociaciones atractivas y exitosas con guías, tour operadores y hoteles.
Seleccionar los artículos con mejores cualidades estéticas y mayor demanda, para ser incluidos en catálogos y en la producción nacional masiva.
Diseñar y crear las obras artesanales de interés para los más de 6 millones de turistas que nos visitan cada año y que son potenciales compradores. Los regalos y recuerdos en tamaños pequeños (souvenir), las joyas elaboradas con productos autóctonos de cada pueblo, las piezas con rasgos étnicos y las figuras con motivos indígenas serian excelentes y atractivas propuestas.
Tener presente que cuando al país empiecen a llegar 10 millones de turistas su mercado crecerá extraordinariamente y hay que estar debidamente preparado para ello desde ya.
Precisar y velar por el Sello de Origen para garantizar que el sector obtenga el 99% de los ingresos de las ventas de las obras artesanales que se fabrican en el territorio nacional.
Garantizar la protección de la Denominación de Origen y las Certificaciones de las Obras.
Procurar la aprobación en el Congreso de la Ley de Fomento, Desarrollo y Competitividad de la Artesanía Nacional.
Institucionalizar el Concurso Nacional de Calidad Artesanal cada año, cuya fecha de entrega de premios coincida con la celebración del Día del Artesano.
Fomentar el desarrollo de una cultura de competitividad entre los artesanos dominicanos.
Declarar la obligatoriedad de la Certificación de los Productos Artesanales.
Imponer sanciones en los casos que se comercialice el producto artesanal sin la debida certificación.
Erradicar y prohibir definitivamente la venta de artesanía engañosa.
Incentivar y estimular a los artesanos para que conozcan y aprovechen al máximo los acuerdos preferenciales y de libre comercio suscriptos por el Estado dominicano con otras naciones, así como los programas de estímulos que existen en algunas instituciones, los cuales favorecen grandemente la competitividad de la artesanía nacional.
Encaminar un Plan Piloto, mediante el cual el Estado dominicano proceda a clasificar (asumiendo el costo y la asistencia técnica necesaria) las empresas artesanales locales que en la elaboración de piezas de ámbar y larimar u otras incorporan componentes de oro y plata, que actualmente son importados.
Con la clasificación, esas empresas pueden acceder a los beneficios de la Ley 84-99, de Reactivación y Fomento de las Exportaciones, bajo el Régimen de Admisión Temporal o del Sistema de Reintegro de Gravámenes.
(La clasificación, por ejemplo, de 300 empresas que importan oro y plata, y exportan preciosas joyas en ámbar y larimar con oro o plata incrustado, conlleva un costo no mayor de RD$1,500.000.00, a razón de RD$5,000.00 por cada negocio).
Disponer que las instituciones publicas (incluidos los plateles escolares y centros de salud) adquieran una buena parte de las obras artesanales producidas en el pais, a los fines de que las mismas se puedan observar en todas las oficinas y recepciones, lo que servira de estimulo, apoyo y promocion al sector.
Manos a la obra.
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