El Papa Francisco reconoció que no actuó de la manera debida ante una peregrina que tomó su mano y lo arrastró hacia ella, durante una sesión suya durante las Vísperas de la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, en el Vaticano.
El Santo Padre se había acercado a rezar ante el Pesebre situado en el centro de la Plaza de San Pedro cuando la peregrina lo arrastró hacia ella. La reacción del Papa Francisco fue de darle dos manotazos para liberarse , mientras la mujer insistía en no soltarlo.
La Agencia Católica de Noticias relata que durante el rezo del Ángelus en el Palacio Apostólico este miércoles 1 de enero, "el Pontífice rechazó su reacción y pidió perdón: “Muchas veces perdemos la paciencia. También yo. Pido perdón por el mal ejemplo de ayer”.
Narra la agencia que el Santo Padre recordó que la salvación se sustenta en la paciencia del amor: “El amor te hace paciente”, aseguró.
El incidente
El Papa se encontraba saludando a algunos de los fieles presentes, entre ellos algunos niños, y al costado de ese grupo estaba una mujer de rasgos asiáticos que hizo la señal de la cruz a la espera del Santo Padre.
Cuando el Papa se despedía del grupo al que acaba de saludar, la mujer tomó sorpresivamente su mano derecha y lo jaló hacia ella, lo que hizo que Francisco se enojara y le diera dos manotazos para soltarse.
El Pontífice se retiró fastidiado pero se compuso rápidamente y siguió saludando, con su habitual amabilidad, a los fieles que lo esperaban.