¿hasta dónde nos llevará?
La posguerra fría en que estamos sumergidos es sui generis, Donald Trump recibe el espaldarazo de Vladimir Putin, quien cree que el juicio político contra el presidente estadounidense no prosperará.
Simultáneamente el presidente de Rusia comunica al mundo la creación de un sistema de misiles hipersónicos.
No hay una potencia hegemónica en el firmamento mundial actualmente. Lo económico, político y militar tiene ramificaciones.
El poder sigue fragmentado entre Occidente y Euro Asia aunque Estados Unidos de Norteamérica controla la economía en el planeta.
Las poderosas armas nucleares y ejércitos de China, Irán y Rusia brillaron en el firmamento en sus ejercicios conjuntos de finales del 2019, demostrando a la humanidad su poderío militar y la decisión de liderar cualquier eventual ofensiva contra Occidente.
Tres naciones con grandes recursos económicos y una defensa militar de alta tecnología siendo las nuevas estrellas los misiles hipersónicos de Rusia, que orgullosamente su presidente Vladimir Putin anunció a finales de diciembre.
Primer regimiento de misiles hipersónicos en el mundo y que las autoridades rusas aseguran son “invencibles”, con capacidad para repeler un ataque enemigo desde distintos ángulos de la tierra.
Su dimensión potencial es tal que las autoridades del Kremlin dicen que no tiene límites de alcance y es capaz de atacar objetivos en el Polo Norte como en el Polo Sur así como doblegar los actuales sistemas antimisiles existentes.
Putin con veinte años en el poder obtuvo otro éxito el año recién finalizado al conseguir la modificación constitucional que le permitirá gobernar tal vez otros 20 años más.
Él se ha propuesto la transformación y modernización de Rusia llevándola a ocupar sitiales que había perdido tras el derrumbe de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).
Putin y Trump, ¿verdaderos amigos?
Putin, primer líder mundial que defiende a Trump ante las posibilidades de ser enjuiciado por el congreso estadounidense, abre interrogantes sobre la amistad de ambos.
¿Ciertamente los dos líderes son amigos o simplemente los une la coyuntura de la geopolítica mundial?
El mandatario norteamericano se ha “distanciado” de su colega chino, Xi Jinping, por la disputa comercial que lideran hace varios meses. En cambio, con Putin las cosas son diferentes.
El liderazgo demócrata en EE.UU. acusa a Rusia de interferir tecnológicamente en las elecciones presidenciales internas ganadas por Trump.
Ello confirma el poderío ruso tanto en armas como en tecnología de punta y del ciberespacio.
En el escenario internacional los rusos son observados con mayor respeto y ya nadie duda de su capacidad de decisión en el complejo fichero de la geopolítica internacional.
¿Cuál será la vía que recurrirán las potencias mundiales para dirimir sus diferencias en este nuevo año que apunta a convertirse en otro foco de discordia?
Donald Trump busca afanosamente la reelección presidencial en noviembre de este 2020, aunque primero tiene que vencer el posible juicio político que pende sobre su espalda.
Su administración confrontó el año pasado obstáculos internos severos entre ellos, el éxodo de inmigrantes provenientes de Centroamérica, específicamente de El Salvador, Guatemala y Honduras; los más de 38 mil muertos en ciudades estadounidenses por ataques de pistoleros con armas de fuego y los conflictos en la frontera con México tras la decisión de levantar un muro para “frenar” el flujo migratorio.
Pero tiene éxitos tangibles en la economía con la generación de nuevos empleos, estabilidad del sistema financiero y fortalecimiento del dólar y de las grandes corporaciones industriales entre éstas la automotriz.
El Regalo de Reyes
Trump bromeó ante la advertencia del líder norcoreano Kim Jong-un, de que enviaría a Washington un regalito que algunos analistas vaticinaron sería el lanzamiento de un nuevo misil intercontinental.
No se ha producido y en cambio el presidente norteamericano dirigió sus cañones hacia el Medio Oriente, en específico Bagdad, capital de Irak, donde envió 750 soldados por el asalto de la embajada de EE.UU. en ese país árabe.
El régimen de Nicolás Maduro en Venezuela es otro de los temas de agenda de la política exterior en América, que adquirió un respiro con la recomposición originada en Argentina tras el triunfo del peronista Alberto Fernández y la posición de “no injerencia” del presidente mexicano de tendencia centroizquierdista, José Manuel López Obrador.
Los mexicanos padecieron un año extremadamente violento con un saldo en el primer semestre de 17 mil muertos y llegó a diciembre a 38 mil, según datos de las autoridades. Un promedio de 100 homicidios por día, en su mayoría vinculado al narcotráfico.
La Violencia en México
López Obrador ha desestimado el uso de las fuerzas militares para enfrentar la dura realidad que vive su país.
Ahora la trilogía opositora a Maduro que conducían los presidentes de Colombia, Iván Duque; de Brasil, Jair Bolsonaro y de Chile, Sebastián Pinera, luce “decaída”.
Los tres han confrontado protestas sociales y movilizaciones de sus ciudadanos en las calles que se oponen a sus políticas neoliberales.
Los colombianos volvieron a padecer en agosto del 2019 la violencia ante la reaparición del enfrentamiento del ejército con la guerrilla en la selva de esa nación suramericana.
De su lado, en Chile, el gobierno introdujo modificaciones a la Constitución para incluir aumentos salariales y otras reivindicaciones sociales a los más empobrecidos.
No obstante, las protestas siguieron en diciembre tanto en la capital Santiago como en otras localidades chilenas.
El 2020 es un año electoral para varios países incluidos Estados Unidos y República Dominicana. En el país caribeño diversas instituciones demandan que los comicios sean transparentes y sin ninguna injerencia del aparato estatal.
Artículo de Manuel Díaz Aponte